El fuego del piso de Hondarribia comenzó junto a la televisión

El fuego del piso de Hondarribia comenzó junto a la televisión

El incendio de Hondarribia que causó dos muertes fue fortuito y se inició en el salón. Se cree que la hija intentó sofocar las llamas con dos extintores y que trató de sacar a su madre de la casa

08.01.10 – 01:49 –

JAVIER PEÑALBA. | SAN SEBASTIÁN.
Los bomberos que investigan el incendio ocurrido el miércoles por la noche en Hondarribia, donde una madre y su hija perdieron la vida, tratan de determinar en qué lugar del salón se inició el fuego. Fuentes cercanas al caso sospechan que la combustión comenzó en la zona donde se hallaba la televisión. Todos los indicios obtenidos en el lugar del suceso inducen a sospechar que las dos víctimas, Antonia L.G., de 81 años y su hija Begoña G.L., de 44, murieron debido a la inhalación del humo. Al parecer, la hija trató de sofocar el fuego mediante dos extintores e intentó sacar a su madre fuera del piso.
El fuego, tal como adelantó ayer este periódico, comenzó poco antes de las diez y media de la noche del miércoles, en el 1º letra B del número 1 de la calle Ramón Iribarren. Se trata del primero de los bloques de viviendas del complejo edificado frente a la playa y el puerto deportivo, conocido como Iterlimen.
En el momento del suceso, en la casa se encontraban la madre y su hija. Ambas vivían solas desde que el marido y padre respectivamente de ellas falleciera.
La densa humareda procedente del piso siniestrado alertó a los vecinos de las viviendas cercanas. «A mí me llamó una conocida que reside dos portales más allá. Me explicó que salía mucho humo de la casa de Begoña. Bajé a la calle y fui a ver qué sucedía», explicó un vecino.
A rastras
Al llegar al portal, el testigo observó que la acumulación de humo en las escaleras era muy elevada. «Por encima de un metro de altura no se veía nada y, por supuesto, tampoco se podía respirar», indicó el testigo.
A pesar de las dificultades, el vecino, arrastrándose por las escaleras para salvar el humo, logró llegar hasta el primer piso y aporreó la puerta de la casa. Sin embargo, al no encontrar respuesta retrocedió.
«Luego fuimos a ver si había alguna persona refugiada en los balcones, pero no encontramos a nadie. Muy probablemente, para entonces la madre y su hija estarían desvanecidas», indicó un testigo.
Tras el humo, se produjo una combustión y las llamas se propagaron por la sala. El fuego se extendió con suma rapidez por la dependencia si bien no afectó a otras habitaciones, que, sin embargo, sí resultaron dañadas por efecto del humo .
Las llamas ennegrecieron asimismo a la fachada del edificio, que consta de tres alturas, y causó desperfectos en los balcones de los dos pisos superiores. Ambos se encontraban vacíos, toda vez que se trata de apartamentos ocupados por veraneantes. En la otra mano del mismo portal, un matrimonio de edad avanzada fue obligado a permanecer de su casa mientras los bomberos sofocaban las llamas. «No corrieron peligro, ya que los equipos de extinción mantuvieron el fuego controlado. No obstante, pasaron unos momentos de gran tensión», relató otro testigo.
La ocupante de otro piso tuvo que ser desalojada desde el balón de su vivienda a través de la escala de bomberos.
El personal sanitario desplazado trató de reanimar a las víctimas, si bien todos los esfuerzos resultaron infructuosos. Los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Donostia para serles practicadas las autopsias.
Intoxicación
Las primeras averiguaciones parecen indicar que el fuego comenzó en el salón, en la zona en la que se hallaba la televisión. Los investigadores tratan de concretar si el incendio se debió al recalentamiento de alguna de las tomas de corriente.
Se cree asimismo que la hija se percató de la existencia del fuego y que trató de pedir auxilio. Existente también fundadas sospechas de que intentó sofocar el incendio con dos extintores que más tarde fueron hallados vacíos. De la misma manera, todo apunta a que la hija intentó trasladar a su madre fuera de la casa, sin bien no logró su objetivo debido al intoxicación que sufrió por el humo que había respirado. Madre e hija fueron encontradas en la misma habitación.
En el suceso también perdieron la vida dos animales domésticos que había en la casa, según dijeron varios vecinos.
Antonia L.G. padecía Alzheimer y tenía dificultades de movilidad. La hija regenta un estanco en la calle Fermín Calbetón de Irun. «Eran dos buenas personas. Begoña cuidaba a su madre como antes lo había hecho con su padre que ya falleció. Ha sido una verdadera desgracia», explicó una vecina.
El alcalde de Hondarribia, Aitor Kerejeta, expresó sus condolencias a los familiares y allegados de las dos fallecidas. Asimismo, se puso a su «entera disposición».

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