Una joven muere intoxicada por el humo en la residencia de Asprosub

Una joven muere intoxicada por el humo en la residencia de Asprosub

Una y media de la madrugada del lunes. En el Centro Virgen de la Vega, que Asprosub gestiona en Benavente, todo está tranquilo cuando la vigilante hace su ronda acostumbrada por los distintos pabellones. Pero sólo tres minutos después de haber pasado por aquella parte del pabellón, oye los gritos de varias internas que alertan desde una de las ventanas: «¡Fuego, fuego, fuego!».
Cuando llega al interior se encuentra con las dependencias cubiertas completamente por el humo. Su primera reacción es apagar todas las luces, con la intención de evitar un cortocircuito. A partir de ahí, hace las llamadas necesarias, a sus compañeros y a los servicios de emergencia, que en pocos minutos llegan al edificio. Se buscan las llamas, pero no se encuentran. No hay, sólo una inmensa nube de humo que lo inunda todo.
Son las internas las que explican que el humo procede de una de las habitaciones, ocupadas por dos mujeres. Una de ellas es la que da la voz de alarma al despertarse y ver la habitación cubierta por la densa nube. Ha salido corriendo a la habitación para avisar a sus compañeras y al abrir la puerta se ha propagado por el resto del edificio. En la habitación yace su compañera, de 29 años, natural de Villabrázaro. En pocos minutos llegan a la zona varias ambulancias, Guardia Civil, Policía Local y Cruz Roja, que se encargan de abrir las ventanas, eliminar el humo y evacuar a los residentes. Los servicios sanitarios constataron que la joven había muerto.
Sin llamas
«No nos explicamos lo que ha podido pasar, la única posibilidad es que el fuego se originara en el interior del colchón donde dormía la fallecida y que su material fuera lo suficientemente ignífugo para que no se produjeran llamas y lo único que hizo fue echar humo», explicaba posteriormente el director del centro, Carlos García, quien comparecía ante la prensa visiblemente afectado por lo ocurrido.
Esa noche dormían en el pabellón 38 residentes. Cruz Roja les hizo una revisión a cada uno de ellos para comprobar el grado de intoxicación. Ninguno precisó de ingreso hospitalario, aunque uno de ellos, por problemas de falta de defensas, si fue trasladado al Hospital Comarcal. Otra de las internas, operada de cáncer y que sigue tratamiento de quimioterapia, fue sometida a una revisión exhaustiva, pero no precisó ingreso hospitalario.
Los internos pasaron la noche en un hotel y se les dejó ayer descansar más tiempo para recuperarse de una noche agitada. Después volvieron al centro ocupacional para que recuperaran la normalidad cuanto antes, dado que son personas que precisan una atención regular y muy ajustada a los hábitos.
Por la noche, volverían al hotel a dormir, hasta que se acondicionen las instalaciones afectadas por el incendio, cuyos daños se reducen a cristales rotos y paredes ennegrecidas. Las tareas de limpieza no se podían iniciar ayer, a expensas de que la Guardia Civil complete la inspección del lugar, con el fin de conocer el origen del suceso, de manera que todo el pabellón ha quedado acordonado y se impide el acceso. No obstante, la noche del suceso, se ventiló todo el pabellón para eliminar el humo.
Tranquilidad
La delegada en funciones de la Junta en Zamora, Carmela Rodríguez, visitó durante la mañana de ayer las instalaciones, junto con el jefe de Servicios Sociales, Eutimio Contra, para hacer una llamada a la tranquilidad. «A la espera de los informes sobre el origen de este hecho fortuito, transmitir a las familias de los residentes tranquilidad, porque todo está controlado, se ha actuado con una gran diligencia por parte de todos los servicios y con la máxima normalidad para los residentes, a la vez que comunicar nuestro pésame a la familia de la fallecida y nuestro apoyo a Asprosub, como siempre lo han tenido». Rodríguez, aseguró que Asprosub cumple la normativa y que no se percibe ninguna irregularidad que haya podido ocasionar el suceso.
El cuerpo de la fallecida se trasladó a Zamora para practicarle la autopsia. Posteriormente, será incinerado y, posiblemente, no se celebre un funeral, según se barajaba en el centro, al que ayer no dejaban de llegar mensajes de condolencia por lo sucedido.
En agosto se cumplirán dos años del incendio en la residencia de Camarzana de Tera, originado también en un colchón, que se saldó con seis personas intoxicadas y que obligó a evacuarlo y realojar en otros centros a los 43 residentes hasta que las instalaciones quedaron aptas, unos días después.

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