El fuego calcina varias viviendas en Elgoibar

El fuego calcina varias viviendas en Elgoibar

No hubo que lamentar daños personales en el incendio de un edificio de madera de más de un siglo de antigüedad

15.03.10 – 02:21 –

AITOR ZABALA | ELGOIBAR.
Un incendio convirtió en cenizas la última planta y provocó graves daños en las viviendas de un edificio de tres pisos de altura de Elgoibar aunque, afortunadamente, no hubo que lamentar desgracias personales.
El fuego se inició poco después de las 14 horas en una vivienda situada en la tercera planta del portal número 32 de la calle San Francisco, en la que en ese momento no había nadie, al igual que en buena parte del edificio. De hecho, los únicos que se encontraban en el interior en el momento en el que se inició en fuego eran José Mari Gurrutxaga y su suegra María Lete, vecinos de la primera planta. Alertados por la Policía Municipal, José Mari y María, que tiene 93 años, tuvieron que abandonar el inmueble por su propio pie ante el temor de que las llamas se extendieran. «María estaba en la cama y yo comiendo cuando he sentido ruido de sirenas. Me he asomado a la ventana y me he encontrado con que el tercer piso estaba ardiendo», señaló Gurrutxaga mientras atendía a la extinción del incendio con el corazón en un puño.
La espera de la llegada de las unidades de bomberos de Eibar se hizo muy larga para las personas que se iban agrupando frente a estas viviendas, ubicadas junto al Centro de Salud, y, en especial, para las personas que viven en ellas y para sus familiares. «Es muy duro ver cómo se quema la casa de tu familia y ver que pasa el tiempo y no aparece nadie para acabar con las llamas», señalaba Ainhoa, hija de José Mari, contemplando cómo los bomberos iban sofocando poco a poco el fuego y aguantando, a duras penas, las lágrimas que afloraban en sus ojos.
Después de varias horas de intenso trabajo, las tres unidades de bomberos controlaron el incendio. Ayudados por una escalera telescópica sofocaron el fuego mientras evitaban que se propagara al bloque colindante, un edificio de madera de más de un siglo de antigüedad como el que se vio asolado por las llamas. Para entonces, el fuego había calcinado los dos pisos superiores, las buhardillas y el tejado, dejando a la vista una estructura de vigas carbonizadas que presentaba serio peligro de desmoronarse, por lo que los bomberos retiraron las cornisas que daban a las calles San Francisco y Pedro Miguel Urruzuno, que habían sido cerradas previamente, para evitar accidentes.
El siguiente paso ahora es ver en qué estado ha quedado el edificio, aunque las expectativas no son halagüeñas. Algunos vecinos van a tener que esperar meses para poder entrar en casa de nuevo. Es el caso de Paco Bastida y Julita Zubizarreta, vecinos de planta del piso en el que se inició el incendio y que también han sufrido daños muy graves en su vivienda, como indicaba ayer su hijo Xabi. «El seguro nos ha dicho que hará falta un año para que el piso esté en condiciones. Confiemos en que el plazo se acorte y mis padres puedan estar en su casa para las próximas Navidades», señaló un tanto resignado.

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