Los enfermos fueron conducidos hacia la escalera de emergencia por si tenían que ser evacuados al detectarse fuego en un almacén de ropa sucia

M. J. MORA En poco más de un susto quedó ayer el incendio originado instantes antes de las siete de la mañana en un almacén de la segunda planta del hospital, concretamente en una zona destinada al almacenamiento de la zona sucia y situada entre la capilla y el ascensor de servicio.
Según los datos facilitados por la dirección del hospital, a las 6.55 se activó la alarma de incendios de la segunda planta donde se encuentran las especialidades de Oncología, Neurología y Urología. Fueron los miembros de seguridad del centro los que comprobaron inicialmente la existencia de incendio en el vestíbulo del ascensor de servicio, donde en ese momento ya se había acumulado una gran cantidad de humo, por lo que se activó el plan de emergencia del centro y se emplearon los extintores para apagar las llamas mientras se esperaba la llegada de los bomberos, de la Policía Local y de la Policía Nacional que se personaron inmediatamente en las instalaciones. Mientras tanto, y para facilitar el desalojo en caso de emergencia, el supervisor general, los celadores, el personal de mantenimiento y los vigilantes de seguridad trasladaron a los pacientes de la citada planta a las escaleras de emergencia para facilitar una posible evacuación. Además, se indicó el abandono del área de dormitorios de los médicos de guardia a los que se les instó salir a la terraza.
Los bomberos permanecieron en el hospital llevando a cabo las tareas de extinción hasta las 8.30, ya que a pesar de que las llamas únicamente afectaron a la zona de almacenaje el humo se había concentrado en las inmediaciones de la zona y fue necesario compartimentar el espacio y extraer el humo. Incluso se llegaron a romper las vidrieras que se encuentran en la fachada principal para facilitar la la evacuación del humo.
Según el hospital, la situación quedó normalizada en torno a las 8 de la mañana cuando se consiguió airear toda la zona adecuadamente y se comprobó que se había eliminado el riesgo de inhalación de gases.
El responsable de seguridad y dos celadores precisaron ser atendidos en el servicio de Urgencias debido a la irritación de los ojos y a la inhalación de humo durante las tareas de extinción, aunque al parecer ninguno necesitó ser hospitalizado. Por el momento se desconocen las causas que pudieron provocar el incendio, aunque fuentes oficiales apuntan a la posibilidad de que se tratase de un cortocircuito. Sin embargo, fuentes hospitalarias han apuntado la hipótesis de que las llamas se originasen como consecuencia de una colilla mal apagada.
La dirección ha convocado para primera hora de la mañana una reunión urgente del comité de seguridad y salud para analizar el incendio y el funcionamiento del plan de emergencias.