FORMENTERA | CARMELO CONVALIA Un incendio provocado destruyó en la madrugada de ayer la cocina del restaurante Sol, en Cala Saona. Este es el segundo siniestro que sufre este establecimiento en poco más de un mes. El primero, también provocado, se produjo en la noche del pasado 2 de junio y destruyó toda la terraza y parte de la cocina.
En esta ocasión las llamas fueron detectadas sobre las 4.30 horas del pasado domingo por un joven que estaba en la playa de Cala Saona y que escuchó una explosión, seguramente provocada por el gas de algunas de las neveras. Inmediatamente, se acercó al establecimiento y vio cómo salía del mismo un hombre corriendo. Aunque intentó darle alcance a los pocos metros desistió por la ventaja que le llevaba. Después llamó al 112, que movilizó a dos dotaciones de bomberos, Policía Local, Guardia Civil y Protección Civil. Los servicios contraincendios tardaron poco más de una hora en extinguir las llamas, aunque los propios trabajadores del establecimiento que acudieron de inmediato al lugar ya tenían controladas las llamas con el uso de extintores.
Los primeros indicios apuntan a que el autor del fuego entró al interior de la cocina forzando una ventana que da a la playa. Una vez dentro derramó gasolina en la parte del fondo del local y prendió fuego, que inmediatamente afectó a varias neveras y aparatos microondas. Los daños materiales son importantes ya que además de los utensilios de cocina, han saltado azulejos y seguramente toda la instalación eléctrica deberá ser renovada. La rápida intervención de los trabajadores impidió que los daños fueran mayores. Sin embargo todavía no se puede precisar el valor de los daños hasta que se levante el precinto del local.
El hijo de los propietarios relató que seguramente la persona que había entrado, al verse sorprendida por las llamas intentó romper la puerta de acceso y el batiente de madera que cierra la barra exterior, ya que los golpes aparecidos sobre estos elementos habían sido dados desde el interior. El incendiario volvió a salir finalmente por el mismo sitio por el que había entrado, dejando tras de sí, encima de una silla, dos garrafas de agua donde llevaba gasolina, ya que en el fondo de las mismas quedaban restos de combustible.
Una vez extinguidas las llamas la Guardia Civil precintó la parte afectada del local y ordenó que no se entrara ni se tocara nada hasta la llegada de la Policía Local que seguramente se producirá a lo largo de la mañana de hoy.
Los propietarios del restaurante no escondieron su impotencia e indignación tras comprobar cómo en el plazo de un mes han incendiado en dos ocasiones su establecimiento produciendo serios daños materiales y un importante perjuicio económico, en plena temporada turística, a esta empresa de carácter familiar que emplea a 14 trabajadores. Tampoco encuentran ninguna explicación a la reiteración de los hechos y esperan que la Guardia Civil pueda dar con el autor de los incendios. Los propietarios sospechan que el que provocó el último fuego fue la misma persona que el 2 de junio quemó la terraza, cuya estructura de madera y la cubierta exterior quedaron destrozadas. Las llamas ocasionaron también daños en el interior de la cocina.
El pasado 18 de junio el restaurante Sol volvía a abrir sus puertas después de dos semanas de intensos trabajos para reponer todos los elementos quemados. Este establecimiento estaba trabajando a pleno rendimiento y registraba llenos tanto al mediodía como por la noche. Ahora deberán de nuevo reparar la zona dañada.
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