Los propietarios de la vivienda afectada y los vecinos de los inmuebles colindantes fueron desalojados

Con el susto en el cuerpo regresaron ayer por la mañana una madre y su hija de l’Alcúdia para ver el estado de su casa. Horas antes, un pavoroso incendio arrasó parte de la vivienda, que ahora amenaza con derrumbarse por los importantes daños que causaron las llamas.

Sobre las cinco de la madrugada del lunes se inició el fuego en la primera planta de esta casa de la calle Patricio Boronat de l’Alcúdia. Fuentes municipales señalaron que el incendio comenzó al prender una chimenea. Las llamas se extendieron por toda la planta pese a los esfuerzos de su dueño, que intentó sofocarlo con cubos de agua.

Por suerte, nadie resultó herido. El resto de la familia, una mujer octogenaria y su hija, dormían en la planta baja. «Yo estaba durmiendo tan a gusto cuando he oído un ruido fuerte de cristales y luego he visto el fuego. He despertado a mi madre», relató la hija de los dueños del inmueble.

«No sabemos qué ha pasado», afirmó la madre. Las causas del incendio se desconocen todavía. Ahora sólo les queda esperar para saber si podrán volver a su hogar, que es lo que más desean. Hasta que se conozcan los resultados del informe de los técnicos, la familia se alojará en la pensión de un amigo. «Llevamos más de 30 años viviendo aquí, y ahora no sabemos qué pasará. Sólo se ha quemado la planta de arriba», añadió la mujer.

Varias dotaciones de bomberos de Alzira y Silla acudieron al inmueble para sofocar el incendio. Los tres habitantes de la casa salieron por su propio pie. «No hemos podido coger nada, ni un peine», señaló con desesperación la hija.

En el momento del incendio también fueron desalojados los vecinos de las casas colindante. Las llamas eran muy intensas, y la vivienda se encuentra en una calle muy estrecha.

Y es que el fuego se extendió por la estructura del techo y quemó las vigas y el cañizo que cubría la parte superior. Esto provocó que el techo se derrumbara. Los bomberos tardaron más de seis horas en extinguir totalmente el fuego y asegurar las ruinas para que no hubieran incidentes por caída de cascotes o vigas quemadas.

Por esta razón, el arquitecto municipal, una vez extinguido el fuego, aconsejó que los vecinos de las viviendas colindantes no regresaran a sus casas hasta que se enfríe la viga maestra de madera del inmueble. El peligro de derrumbe era real.

«Yo no sé que voy a hacer porque mi marido está en silla de ruedas y es muy difícil trasladarlo», explicó una de las vecinas que abandonó su casa durante el incendio. Horas después, la mujer regresó a su vivienda tras desoír la recomendación del arquitecto.

Por el momento, la casa está precintada a la espera de que los técnicos decidan qué medidas tomar, aunque es muy probable que se realice un derribo controlado de las zonas más afectadas, según señaló el alcalde de l’Alcúdia, Robert Martínez.

Mientras tanto, la familia espera nerviosa poder regresar a su casa y ver en que estado han quedado todos sus bienes después del incendio. También esperan en la puerta de su vivienda que su perro vuelva, ya que huyó asustado por las llamas en la madrugada.

El incendio de l’Alcúdia no ha sido el único que se registró en el día de ayer. El fuego destruyó parcialmente una fábrica de maderas y disolventes en el municipio de Manises. El incendio afectó al altillo, varios rollos de laminado, la instalación eléctrica y al suministro de agua de la industria. En las labores de extinción participaron efectivos de los parques de bomberos de Paterna y Torrent.

Otro incendio destruyó el domingo por la tarde la cocina de una vivienda en el número 50 de la calle Padre Antón Martín en Valencia. El siniestro no causó daños personales, aunque sí cuantiosos desperfectos.