Los bomberos dicen que si las víctimas no hubieran salido a la escalera «se hubieran salvado»

Sólo una mujer, de las once personas que resultaron heridas en el trágico incendio en un edificio de Barcelona que causó la muerte de cuatro personas de la misma familia, permanecía este viernes, un día después del suceso, ingresada en el hospital. La vecina, de 71 años, debe seguir hospitalizada, según el Departamento de Salud de la Generalitat, puesto que sufre una bronquitis crónica, si bien su estado no reviste gravedad y podría recibir el alta en breve. Quien ya lo tiene es la otra persona que fue ingresada tras el fatal suceso, un hombre de 58 años, padre de la familia al completo que pereció en el incendio , y que está recibiendo ayuda psicológica.

El hombre, de nacionalidad peruana, salvó la vida porque un vecino le impidió seguir bajando por las escaleras después de que tocara a su puerta pidiendo auxilio. Éste le retuvo en su casa, donde se refugió en la ventana con los dos moradores para no seguir inhalando humo. Sus familiares, en cambio, presos del pánico, trataron de huir desde el cuarto piso en el que vivían, lo que resultó fatal, pues la escalera se convirtió en una «chimenea» sin salida en la que se concentró todo el humo que acabó con sus vidas, según los bomberos. Los cuatro fallecidos, U. C., de 57 años; Nataly E. U., de 27; Jonatan E. U., de 29, y María Mercedes R. A., de 20, eran la mujer, hijos y la novia de uno de los hijos del hombre que resultó herido. Tres de los cuatro fallecidos, la mujer y sus vástagos, eran de nacionalidad peruana. Los bomberos lamentaron que las víctimas no se quedaran en la casa, «donde se habríasalvado».

Mientras, un día después del trágico incendio se desconocían las causas que pudieron provocar el fuego. Algunas fuentes apuntaron que podría haber sido provocado por un problema eléctrico en el entresuelo primero del bloque de pisos de alquiler, de nueve plantas que ocupa los números 408-412 de la calle Castillejos, en el barrio del Guinardó de Barcelona , en el que residen medio centenar de personas y que tuvieron que pasar la Nochevieja en pisos del Ayuntamiento o con familiares y amigos.

Se espera que puedan regresar pronto a sus casas, en una semana, una vez acaben los informes sobre la seguridad del inmueble.